La salud; una cuestión de medioambiente, alimentación y estilo de vida
El cuidado de la salud ocupa una de las primeras posiciones en preocupaciones para los ciudadanos de los países avanzados. Las sociedades están cada día más concienciadas de que la contaminación, la baja calidad de los alimentos que se ingieren y el ritmo y tipo de vida estresante y sedentario afectan grave y directamente a su salud y, por tanto, se deben tomar medidas eficaces para contrarrestar esos efectos.
La tala de árboles a escala global reduce la producción de oxígeno y hace que se incremente la inhalación de co2 que ensucia los pulmones. La ingesta de alimentos procesados con excesivas grasas saturadas, harinas refinadas o azúcares que limita las defensas y produce enfermedades. Las horas sentado frente al televisor, monitor del ordenador o los traslados siempre sentando que debilita el cuerpo.
En definitiva, la mayoría de las personas llevan un tipo de vida que representa el más peligroso de los cócteles para la salud. Pero igualmente cierto es que está en sus propias manos cambiar de actitud e implementar una vida más sana con pequeños gestos y cambios en su día a día.
Mejorar la salud con pequeños gestos
Las personas que quieran mejorar la salud no tienen por qué cambiar radicalmente su estilo de vida. No tienen por qué ir a vivir al centro de un frondoso bosque, ni convertirse en atleta, ni tampoco comer únicamente lo que es capaz de cultivar con sus propias manos. No, no se tiene por qué transformar radicalmente el estilo de vida.
Cambios en la alimentación
No es un secreto que la calidad de los alimentos ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. La mayor parte de lo que se ingiere no aporta la cantidad de nutrientes necesarios para una buena alimentación. Las principales causas han sido la industrialización y la intensificación de la agricultura y la ganadería, lo que ha provocado que los alimentos vengan contaminados y sean cada vez menos nutritivos.
La consulta habitual con un profesional de la alimentación, como puede ser el dietista-nutricionista en vecindario Aquiles, será una enorme ventaja a la hora de procurar la alimentación más adecuada al modo de vida que se tiene. Con la guía de un especialista, no solo sabremos qué alimentos sanos y naturales debemos comer, sino, también, en qué proporción.
En cuanto a realizar la compra, bastará con estar pendientes del etiquetaje que los productos llevan en su envase. Observar que pertenecen a la categoría de productos verdes, ya sean orgánicos, ecológicos, biológicos… Elegir aquellos que llevan en su producción el respeto por el medio ambiente y la salud de sus consumidores.
Colaborar con la salud medioambiental
Para respirar mejor, no basta con salir periódicamente al bosque, a la montaña o al mar, donde el aire está más puro y limpio. Hay que cambiar las conductas que se tienen de forma habitual en las ciudades.
Para ello basta con recorrer las distancias cortas a pie o en bicicleta, usar más el trasporte público, e incluso plantar árboles y plantas en el barrio donde se reside.
Otras medidas son la adquisición de medios de transporte eléctricos (patinetes y motos eléctricas), la instalación de placas fotovoltaicas en las viviendas o aumentar la eficiencia en la instalación casera actual, con electrodomésticos A+++ y, sobre todo, presionar a los gobiernos para que estos impulsen medidas medioambientales que colaboren con la limpieza del aire.
La práctica habitual de ejercicio
Posiblemente sea este uno de los cambios que más cuesta a la mayoría de los ciudadanos. Y es que realizar algún deporte o actividad física frecuentemente requiere una serie de sacrificios que muy pocos están dispuestos a aceptar.
No solo se trata del esfuerzo físico en sí, sino también de la pérdida de tiempo que supone para la realización de otras tareas. Para realizar de forma cotidiana una práctica deportiva y que no se abandone a la segunda semana por aburrimiento, por falta de tiempo, o por cualquier otra excusa, se puede recurrir a los complementos deportivos wearables.
Los wearables son aparatos y dispositivos electrónicos, como los pulsometros que aparecen en la comparativa tras el enlace que se acaba de sugerir en este párrafo. Estos aparatos se incorporan en alguna parte del cuerpo interactuando con el usuario y con otros dispositivos constantemente. Con ellos se optimiza el tiempo y a calidad del ejercicio realizado.
Concretamente, estos pulsómetros ofrecen información sobre la frecuencia cardíaca de su portador, además de enviar información al móvil o al PC para ofrecer un informe exhaustivo del estado físico del deportista. De igual modo, facilita información sobre otras muchas características del entrenamiento que se lleven a cabo.
Uno de los principales motivos por los que los aficionados abandonan la práctica del deporte es por no conocer el estado de sus avances, que es lo que lo hace más divertido. Cuando se establecen metas, y se controlan los hitos alcanzados, el progreso se hace más efectivo y real y alentará al deportista a seguir entrenándose.
La práctica de un deporte y la constancia y el nivel de exigencias en la realización de ejercicios debe ser paulatina, con el ritmo que el propio organismo necesite para que no se abuse, lleguen dolores y cansancio excesivo y se termine por abandonar la idea de mejorar el estado de salud con la práctica de ejercicio físico.